viernes, 13 de marzo de 2020

BREVE RESEÑA DE BRANDEWIJN, DE JUAN PEREGRINA, EN EL DIARIO IDEAL





A lo largo de la historia muchos son los que han hablado alguna vez de los placeres, en concreto del alcohol, las drogas o el sexo. Sus efectos, sus virtudes, sus milagros y derrotas. Sin embargo, pocos son los que han escrito el placer mismo, contadísimos ejemplos en los que el placer se materializa en una escritura ardiente, delirante, sudorosa. No es lo mismo, por tanto, escribir sobre el alcohol que escribir el alcohol mismo. No es igual describir sus sutiles efluvios que respirarlos en la escritura/lectura. Brandewijm, nombre que recibe el brandy en holandés, es una copa tostada compuesta por diez sorbos en prosa que arañan trago a trago la sobria realidad de la costumbre. Las páginas pares ofrecen textos medidos y cuidados, recién escanciados, mientras que las impares dejan un regusto manuscrito de pasión y vida. De Literatura.

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