jueves, 27 de febrero de 2020

RESEÑA EN IDEAL DE UN PARÍSO DE ORINES, DE GSÚS BONILLA


PARA SOBREVIVIR

Cuando ni es inspiración ni hobby, la escritura es una condena. Hay un fragmento en las Correspondencia entre Hermann Hesse y Stefan Zweig difícil de olvidar. Zweig escribe el 1 de noviembre de 1903 que “Paso cada vez más tiempo soñando. La creación se convierte en un tormento”. Diez días después contesta Hesse: “En un principio, a partir de esa miseria, y de la enorme dificultad a la hora de crear (cada palabra me produce un tormento), no conozco otra salida que el intento de expresar esa misma miseria”. Desde luego no han sido ni los primeros ni los últimos en dar cuenta de los dolores de la escritura, basta con recordar a Kafka. Quizás esta crudeza resulte chocante en tiempos como el nuestro, idiotizado por los medios y arrasado por la estupidez y la feliz banalidad.
La voz poética de Gsús Bonilla se articula como el alarido de lo insignificante para la ideología capitalista. Es de las migajas sobrantes de la interminable fiesta neoliberal desde donde el yo poético puede desplegar una palabra que, a pesar del dolor y el desamparo, se alza vivaz y esperanzadora. Es más, la realidad del sufrimiento, su carnalidad, son las que posibilitan una respuesta poética combativa y concienciada. Poesía para la supervivencia.


https://www.ideal.es/culturas/libros/analisis-semanal-novedades-20200222005227-nt.html 



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